Con bombos y platillos, el pasado 28 de enero, el Presidente de turno Óscar Arias realizó el acto de inauguración de la Autopista a Caldera. El siguiente vídeo muestra ese momento.
El ambiente de protesta que se vivió durante el acto parecía ser la "Crónica de una muerte anunciada".
Desde ese entonces, pasaron 6 meses y los dolores de cabeza van en aumento: primero, se hizo una autopista con un diseño de hace 30 años, las presas fueron inevitables. Luego, el excesivo cobro en los peajes provocó el descontento entre las personas que tienen que pasar frecuentemente por ese lugar.
Y para terminar, en los últimos meses, los derrumbes en la vía provocaron el cierre total o parcial de la Autopista. Incluso, personas heridas y la muerte de una de ellas fueron ocasionadas por la caída de material.
Rodolfo Silva, ex ministro de Obras Públicas y Transportes, en un comunicado que se publicó la sección de Páginas Abiertas en Diario Extra, titulada "Pecados de la Carretera Caldera-Orotina", explica con mayor propiedad tal error.
¿Fue o no, una buena decisión del gobierno, la aprobación de la Autopista a Caldera? Se creyó que iba a traer muchos beneficios a nuestro país. Pero por el momento no se ven.
Lo que sucedió con la Autopista a Caldera es una muestra de la incompetencia actual que enfrenta el Gobierno como ente estatal. La situación en que se encuentra es un fuerte declive y como muestra de ello las malas decisiones que se han tomado, todo por la incapacidad de dirección en los proyectos y los trámites apresurados para aprobar una ruta irregular e insegura. Sin ser experta en el tema, al pasar por ahí saltan a la vista errores que cualquier persona reconoce. El presidente saliente Arias, sin duda presionó la construcción de esta carretera como las muchas obras que inauguró antes de acabar su mandato. Un presidente que para nadie es un secreto, se reeligió dentro de un juego mediático y político,cuyo gobierno lejos de buscar el beneficio social se emrrumbó a la fama y el ego. El Gobierno en este caso específico, deja una mala imagen a una ya de por sí debilitada Administración Pública, la cual esta nueva generación de admistradores debemos luchar por recuperar y sacarla adelante.
ResponderEliminar